El dragón (del latín draco, y éste del griego δρακον, drakon, ‘víbora’ o ‘serpiente’) es un animal mitológico que aparece en diversas formas en varias culturas de todo el mundo, con diferentes simbolismos asociados.
Generalidades
En cada civilización la figura del dragón juega un papel importante como dios, guardián, y en algunos casos como demonio, pero todos estos sentidos mitológicos están de acuerdo en que se trata de un ser poderoso y respetable, en algunas civilizaciones es reconocido también por poseer gran sabiduría. Los dragones a menudo pasan por tener un significado espiritual mayor en varias religiones y culturas del mundo.
El que tanto culturas occidentales como orientales haya imaginado reptiles gigantes y alados se puede atribuir al contacto con gaviales, cocodrilos y caimanes; al hallazgo de fósiles de dinosaurios mezclados con otros de animales voladores como pterosaurios[cita requerida] y a la asociación de lagartos y reptiles con la sexualidad masculina.
Explicación del mito
Se ha afirmado que los dragones realmente existieron basándose en que en cada cultura ha hablado de dichas criaturas desde mucho antes que tuvieran comunicación entre si, sin embargo el hecho de que existan fósiles de dinosaurios en todo el mundo puede ser una explicación fiable para entender ese fenómeno.
Dragones según distintas culturas
El rasgo común de todos los dragones es como todo tipo de características de animales de tierra, mar y aire, se fusionan de una forma tan armoniosa, que siempre resulta ser la criatura más bella e imponente que se haya visto, y que representa el más perfecto balance entre belleza y fealdad. Un animal divino y el único digno de ser el emblema y guardián del poder de la naturaleza.
El simbolismo alrededor del dragón es esencialmente el de la lucha.[1] La lucha entre el dragón y un héroe o un dios tiene, sin embargo, distintos significados. En estos míticos combates el dragón asume dos papeles, el de devorador y el de guardián que tienen finalmente una sola raíz: el de un ser cósmico en espera, cuya acción implica la muerte -o el nacimiento- de un orden universal.[1]
Así, en un principio fueron los devoradores de dioses -algunos mitos refieren a los dragones la causa de los eclipses, por ejemplo-, o sus enemigos -caso de Apofis y Pithon, enemigos del sol-; posteriormente los dragones fueron fuerzas a la que se les ofrecían doncellas de sacrificio, y no tardaron en concebirse como comedores de hombres. Mas ese papel no se aleja del de guardián, que implica la espera y mantenimiento de un orden, sea por una nueva vida para el universo o el de un lugar sagrado. Justamente porque son guardianes de algo sagrado es que son simbólicamente el puente a otro mundo o la prueba de todo héroe.
Las actitudes tomadas en las culturas del mundo frente a la figura del dragón y la lucha que supone se distancian en ocasiones. Particularmente comparando la idea del dragón en el Oriente lejano y la del dragón en Occidente. Los dragones chinos (o long), los japoneses (o riûs) y los coreanos son vistos generalmente como benévolos, mientras que los europeos son generalmente malévolos. Sin embargo, los dragones malévolos no están restringidos a Europa y ocurren también en la mitología persa y otras culturas. El tema es por supuesto complejo, y ha variado a lo largo de la historia, por ejemplo, entre los romanos, típicos representantes del Occidente antiguo, el dragón era considerado un símbolo de poder y sabiduría.
Oriente cercano
En el Oriente Próximo simbolizaba el mal y la ruina.
En Enuma Elish, una epopeya escrita hacia el 2000 a. C., la diosa Tiamat es un dragón que simboliza los océanos y comanda las hordas del mal, y cuya destrucción previa era necesaria para crear un nuevo universo ordenado.
En la Biblia hebrea el dragón representa el mal, la muerte y a veces de sabiduría.
En la mitología persa destaca el caso del Azi Dahaka, un dragón malévolo.
En Rumanía, el dragón geto-dacio que tenía cabeza de lobo y cola de serpiente. Esta imagen era empleada en la guerra ya que la bandera de Dacia era nada más que el dragón.
Lejano Oriente
Estampa japonesa de un dragón.
Sello oriental con la imagen de un dragon.
En muchas culturas orientales los dragones eran, y en algunos cultos son todavía, reverenciados como representantes de las fuerzas primitivas de la naturaleza y el universo.
En Oriente, el dragón siempre se ha considerado un criatura benéfica y un símbolo de buena fortuna.
A diferencia de sus congéneres occidentales, los dragones orientales no escupen fuego ni tienen alas, aunque normalmente pueden volar gracias a la magia. Un dragón típico de Oriente tiene cuernos de ciervo, cabeza de caballo, cuello de serpiente, garras de águilas, orejas de toro y bigotes largos como los de los gatos. En las leyendas chinas hay dragones que vigilan los cielos, dragones que traen la lluvia, y dragones que controlan los ríos y arroyos. En Japón, donde se los tiene por seres sabios, amables y siempre dispuestos a ayudar, los dragones han sido durante siglos el emblema oficial de la familia imperial.
Los dragones chinos y japoneses simbolizan el poder espiritual supremo, el poder terrenal y celestial, el conocimiento y la fuerza, y por lo tanto son benévolos. El dragón es la insignia más antigua del arte de estos países.[cita requerida] Proporcionan salud y buena suerte y viven en el agua. Según las antiguas creencias chinas, traen la lluvia para la recolección. Es por eso que el dragón se convirtió en el símbolo imperial de ese país.[cita requerida]
En el Himalaya representan la buena suerte.
Corea, como se dijo más arriba, también tiene sus dragones, de similar carácter positivo.[cita requerida]
También éste se representa con cuernos y escamas, y su espinazo está erizado como en púas, y tiene una perla en la garganta que puede escupir, la cual representa el poder del sol que en él reside y es la base de su fuerza y poderes. Esta poderosa perla es la piedra más sagrada y preciosa, de brillo propio y muy pero muy pesada, la llaman: «piedra que concede todos los deseos» y está situada exactamente en el nivel nueve del cuello de un dragón. La perla puede regir, y de hecho rige, las mareas, las fases de la luna, la lluvia, el trueno, el relámpago eléctrico y el mismo ciclo de la vida > muerte > transformación > renacimiento. Los dragones a veces las escupen, y su brillo puede iluminar bien una casa entera y, de hecho, lo mejor de estas poderosas piedras es: Saborearlas pues saben al mejor y más fino sorbo de vino jamás creado. Además quien posea una jamás podrá abusar de ella para su beneficio propio y sólo podrá usarse siempre para lo que fue creada: para beneficio común de la naturaleza y todas sus especies (incluidos los humanos).
Occidente
Caballero medieval matando a un dragón.
Las tribus nórdicas de Europa asociaban su folclore con varios aspectos terroríficos del dragón.[cita requerida]
La mitología germana incluye al dragón (Nidhug o Níðhöggr) entre las fuerzas del inframundo. Se alimenta de las raíces de Yggdrasil, el fresno sagrado que extiende sus raíces a través de todos los mundos. Los antiguos escandinavos (los vikingos), adornaban las proas de sus naves esculpiéndolas en forma de dragón. Usaban esta decoración en la creencia de que así asustarían a los espíritus (Landvaettir) que vigilaban las costas a las que llegaban. También los dragones aparecen en poemas germanos: en Beowulf, un poema épico anglosajón, el más antiguo que se conserva. Un hombre llamado Beowulf, que había librado a su pueblo de un monstruo mitad hombre y mitad diablo, luego, ya convertido en el rey, lucha contra un dragón, disputa en la que ambos mueren. En el Cantar de los Nibelungos, un poema épico medieval anónimo, Sigfrido mata a un dragón, y al ungirse con su sangre se hace inmune a todo mal.
Para los celtas, el dragón era una divinidad de los bosques, cuya fuerza podía ser controlada y utilizada por los magos.[cita requerida] Entre los conquistadores celtas de Britania fue símbolo de soberanía, y durante la ocupación romana de la isla adornó los estandartes de guerra, convirtiéndose en un símbolo heráldico y luego militar.
Entre los romanos, como se dijo más arriba, el dragón era considerado un símbolo de poder y sabiduría.[cita requerida]
Para la mitología eslava, el dragón era una de las formas que adoptaba el dios Veles, señor del Mundo Subterráneo, adversario de Perún, dios del trueno.
Los cristianos heredaron la idea hebrea del dragón, que aparece en el Apocalipsis, del apóstol Juan, y en otras tradiciones posteriores. En el arte cristiano del Medievo simboliza el pecado y al aparecer bajo los pies de los santos y mártires representa el triunfo de la fe y los reinos cristianos sobre el diablo. La leyenda de San Jorge y el dragón, ilustrada en la figura de la derecha, muestra claramente este significado.
Una moneda que muestra un Proteus anguinus, que se creía que era la cría del dragón
En el simbolismo medieval la idea de lucha contra dragones sirvió para fortalecer la motivación de los reinos cristianos.[cita requerida] Se presentaban a menudo también como representaciones de la apostasía, la herejía y la traición, pero también de cólera y envidia, y presagiaban grandes calamidades. Varias veces significaban la decadencia y la opresión, aunque sirvieron también como símbolos para la independencia, el liderazgo y la fuerza. Los colores a menudo determinaron el simbolismo que un dragón tenía. En la pauta del viaje del héroe, los dragones representaron el obstáculo o el temor, y el paso necesario para volver al hogar, y como muchos dragones se presentan también como la encarnación de la sabiduría, en esas tradiciones matar a uno de ellos no sólo daba acceso a sus riquezas sino también significaba que el caballero había vencido a la más astuta de las criaturas. Otra faceta del dragón en la mitología clásica de la época caballeresca es el dragón como guardián que custodia o secuestra princesas en sus castillos.
En el occidente de la actualidad es casi siempre concebido a la «hollywoodesca» es malvado, poderoso y cruel, una de las hazañas clásicas de los héroes (Hércules, Sigurd, San Miguel, San Jorge) era lograr matar un Dragón, en las leyendas alemanas antiguas protegían tesoros y secretos. En el dragón se ven la serpiente y el ave, como la tierra y el aire, los cuernos representan virilidad y fuerza, tomando forma de cuernos de ciervo, cabra, antílope o toro. De la misma forma la cola es de cocodrilo o dinosaurio, de pez o anguila, y hasta de delfín o culebra, Siempre se resume en la combinación de Fuego y agua. Y algunos lo caracterizan como un rasgo de cada estación, una seca y otra húmeda, Así es uno pensaría que debería verse como una cosa revuelta y sin forma, pero siempre ha sido un ser hermoso, imponente y de apariencia única. El dragón es sin duda y seguirá siendo el rey de los animales fantásticos y el mundo de la fantasía.
Mesoamérica
En la Mesoamérica precolombina existe una gran tradición de veneración a la serpiente como animal sagrado. Gracias al intercambio cultural debido en gran medida a las constantes guerras de conquista de algunos imperios mesoamericanos y el intercambio comercial de otros tantos, no era de sorprenderse que muchos pueblos compartieran no sólo creencias, sino que dioses extranjeros de pronto formaran parte integral de un panteón dado. De esta manera las criaturas mitológicas también eran absorbidas por la gente e incluidas en el folclore y religiones de dichas naciones.
Las serpientes mesoamericanos a menudo son acompañantes de dioses a quienes asisten en sus deberes. Tal es el caso de el dios tutelar de los tenochcas, Huitzilopochtli, a quien un dragón de fuego asiste como arma. Algunos dioses responsables de la lluvia (excepto Tlaloc) montan serpientes de viento mientras lanzan dardos y flechas a las nubes ocasionando la lluvia.[cita requerida]
Algunas características casi siempre presentes en las serpientes mesoamericanas son:
- Cuerpo serpentino o de serpiente.
- Extremidades con garras.
- Plumas (en tocado o como símbolo de divinidad).
- Capacidad de volar.
La mayoría de los autores llaman serpientes a los dragones mesoamericanos, pero desde que etimológicamente la palabra dragón significa serpiente entonces tomaremos el término cóatl como dragón en el caso de los seres mitológicos mencionados a continuación en lugar del significado literal "sepiente" para diferenciarlos de las serpientes y víboras, las que tienen sus propios significados. Así pues, ejemplos de los dragones americanos son:
Nahuas (Si bien los nahuas son un grupo étnico, su cultura influenció a los pueblos adyacentes, particularmente a los que adoptaron su lengua como los chichimecas que se asentaron en el Valle y se convirtieron más tarde en mexicas, pero estas categorías de dragones eran reconocidas por la mayoría de las culturas nativas del Valle de México)
Ehecoatl -- Serpiente de viento. Decían los antiguos nahuas que el dragón de viento barría con su aliento la tierra preparándola para recibir el regalo del agua divina, de esta manera se explicaban el viento que sopla anunciando la inimnente lluvia por caer.
Mazacoatl -- Serpiente venado. Este tipo de serpientes son viciosas, mitad venado mitad serpiente, es un ser que disfruta al seducir a los mortales para después devorarlos. Desempeña un papel similar al de las sirenas o las arpías de la mitología griega.
Ocelocoatl-- Serpiente Jaguar. La serpiente tigre tiene la mitad anterior del cuerpo como el de un jaguar y de la cintura a la punta de la cola tiene el cuerpo de una serpiente. Esta serpiente simboliza la tierra (Jaguar) y el agua (serpiente) en relación dependientes la una de la otra.
Quetzalcóatl -- Serpiente preciosa. La traducción literal anteriormente usada de ‘serpiente emplumada’ ha ido cambiando conforme a nuevos hallazgos e interpretaciones de las culturas nahuas. El término "quetzalli" en el caso de Quetzalcoatl[2] significa precioso debido al plumaje reluciente del dragón, recordemos que las plumas eran utilizadas por los pueblos americanos a manera de joyas y las plumas de quetzal eran las más preciosas de todas, de ahí que el término haya pasado de ‘serpiente emplumada’ a ‘serpiente preciosa’, que es un término más conceptual y no una mera traducción literal. Así bien la serpiente preciosa posee un plumaje de brillantes colores en donde predomina el verde turquesa, además de un gran tocado de plumas rodeando su cabeza a manera de melena. Aparece representado en muchas culturas como ornamento en muchas partes, desde vasijas ornamentadas hasta templos y edificios. La serpiente preciosa es casi exclusivamente identificada con el dios tolteca Quetzalcóatl, el que fue reverenciado por múltiples culturas del Valle de México como los teotihuacanos, los propios toltecas y hasta los tenochcas, como podremos evidenciar en el arte de cualquiera de estos pueblos.
Xiuhcoatl-- Serpiente de fuego. Se trata de una serpiente color verde turquesa que puede verse en los cielos nocturnos cuando cruza el firmamento a toda prisa como estrella fugaz. Su apariencia es similar a la de la ‘serpiente preciosa’, pero se puede diferenciar ya que en algunas ocasiones es representado como rojo con flamas turquesa alrededor de su cuerpo y con un tocado de largas plumas en vez de la melena característica de la serpiente preciosa, además que muy frecuentemente es representado con un cascabel en la punta de la cola.
Mayas (Quichés)
Tepew y Kukumatz: según las historias del Popol Vuh, Tepew y Kukumatz fueron dos dioses serpiente que dieron forma y orden a todo lo creado por Corazón del Cielo a partir del caos primitivo. Cabe destacar que Kukumatz comparte muchas características con el maya Kukulkán o el tolteca Quetzalcóatl.
Sudamérica
En torno a Los Andes se creía en el poder que ejercían las "serpientes del abismo marítimo y de la montaña esplendorosa". Estas eran criaturas de grandes proporciones que también son considerados dragones. Su creencia fue tardía y su influencia localista. Así por ejemplo, las que se veneraban en Los Andes centrales difieren de aquéllas de los extremos del Imperio Inca (Ejemplo: pueblos nativos de Colombia o Chile).
Las bestias de la mayor parte de Sudamérica estaban ampliamente relacionadas con enormes serpientes que se remontaban con los orígenes de la humanidad, coincidiendo con otras regiones del planeta. Pero, a diferencia del viejo mundo, estos dragones no presentan unicidad ni en sus características predominantes ni en sus actitudes, aún siendo de aspectos semejantes. De hecho, tales dragones mantenían una historia de conflictos entre sí que se remonta al primitivo pasado de las culturas americanas. La leyenda de Ten Ten y Cai Cai Vilu refleja esto, al enfrentarse ambas serpientes (Mar y Tierra) por el futuro del pueblo mapuche.
Apariciones en la mitología moderna
La mitología moderna ha empleado recurrentemente el símbolo del dragón extendiendo supervivencia en el imaginario; pero también ha usado su imagen reduciéndolo a un poderoso monstruo casi invencible. Las múltiples apariciones de dragones, sin embargo, hacen uso frecuente de elementos tradicionales e innovadores en la criatura que amplían sus alcances y estimulan más la imaginación. Encontramos así dragones de orejas largas, alas mecánicas, que escupen hielo, dragones sin cola, zombies, humanoides, comedores de pasto, magos, etc. Ver por ejemplo Dragones de Dungeons&Dragons
El mundo del dragón: una fantasía hecha realidad
En el año 2005, el Discovery Channel, a través de su afiliada Animal Planet, produjo un documental titulado [«El mundo del dragón: una fantasía hecha realidad»] realizando de manera fantástica la recreación de lo que podría haber sido la extinción de esta supuesta especie. La producción es una conjunción de ficción, supuestos y leyendas, con una amplia descripción de posibles patrones de conducta animales de apareamiento, alimentación y comportamiento.
La fabulosa producción del Discovery Channel cuenta la historia de una mamá dragón que trata de sobrevivir para alimentar a su hijo.
Esta historia fue ambientada en Rumanía (donde la leyenda de los dragones era fuerte), en la Edad Media. Esto no es posible, ya que en los registros escritos no hablan de la presencia de dragones en las montañas rumanas.
Explica que un grupo de estos animales que escupían fuego habrían podido vivir en la época de los dinosaurios, que escaparon a la aniquilación adaptándose a vivir en el agua y que más tarde se expandieron por todo el planeta, dominando selvas y conquistando montañas.
En la historia mostrada en este documental, los caballeros rumanos (vestidos con los atuendos típicos de la Edad Media) suben a la montaña y matan a la madre y a su cría, acabando así con la leyenda.
Notas y referencias
- ↑ a b Diccionario ilustrado de los monstruos, pág. 142
- ↑ El término Quetzalcoatl admite otras traducciones y significados, para más información, remítase a Etimología del nombre de Quetzalcoatl
Fuentes
Bibliografía
- Izzi, Massimo (2000). Diccionario ilustrado de los monstruos. Alejandría. 84-7651-623-1.
Véase también
Mitología:
Zoología:
Dragones a través de la historia
Dragones serpientes
Semi-Dragones
Dragones Clásicos
Dragones del cielo
Otros
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